Mariona Orellana y Lucía Enríquez, alumni del grado en Psicología, obtienen plaza en la reciente convocatoria del PIR
Las dos alumni de la primera promoción del grado se encuentran entre los 247 psicólogos que han aprobado el exigente examen al que se han presentado cerca de 4.000 candidatos. A partir del mes de mayo, Mariona Orellana y Lucía Enríquez se formarán como psicólogas clínicas en hospitales públicos de Terrassa y Lleida
A pesar de que la media para superar el examen para acceder a las plazas de Psicólogo Interno Residente (PIR) es de 3-4 años, Mariona Orellana y Lucía Enríquez han conseguido hacer realidad su sueño en el segundo intento. Como explican: “Aprobar el PIR ha supuesto un gran sacrificio ya que hemos dedicado muchas horas a estudiar, pero también es una gran recompensa que nos ha permitido lograr nuestro principal objetivo”.
Durante los próximos cuatro años, Orellana y Enríquez tendrán la oportunidad de rotar como residentes por los diferentes dispositivos asistenciales con los que cuentan los hospitales públicos. “Esto nos permitirá acceder a la formación más completa y especializada de la psicología clínica para poder trabajar en un futuro en las áreas que más nos interesan, como son los cuidados paliativos y los trastornos mentales graves”, explican.
Las dos alumni de UIC Barcelona se encuentran entre las 247 personas, de entre cerca de 4.000 candidatos, que han obtenido plaza para formarse como psicólogas clínicas. Según Orellana: “El examen del PIR es una prueba muy exigente, pero para afrontarlo ha sido de gran ayuda la formación recibida a lo largo de los estudios en UIC Barcelona”. “Desde el primer momento nos animaron a presentarnos al PIR, si queríamos trabajar como psicólogas clínicas, y durante toda la carrera hemos tenido la oportunidad de familiarizarnos con este examen”, añade Enríquez.
Tanto Mariona Orellana como Lucía Enríquez coinciden en animar a los alumnos del grado en Psicología “a que aprovechen al máximo las horas que pasan en la clínica Support visitando a pacientes desde el primer curso, así como los conocimientos y experiencias que comparten los docentes del grado como profesionales en activo. Y que no dejen de presentarse al PIR una vez graduados si les apasiona la psicología clínica, dado que es una inversión de futuro”.
