Como dice la sinopsis, este libro busca responder a una serie de interrogantes “permanentes e inevitables” en la vida de cada persona. Se trata de una recopilación de las “aportaciones de autores movidos por una preocupación filosófica-pedagógica bajo las coordenadas espacio-temporales singulares que nos ha tocado vivir, en las que la educación del carácter clásico emerge con fuerza renovada y una configuración adaptada que ha despertado la atención de autores en muchos lugares del mundo”.
En el capítulo que ha publicado, Mònica Argemí, entendiendo la educación liberal como “aquella que capacita al alumno a hacerse preguntas existenciales”, hace una revisión de la literatura científica sobre educación liberal y su relación con la educación del carácter, durante la década de 2010 a 2020. Entre sus conclusiones se incluye la extensión de este modelo educativo más allá del ámbito anglosajón y su conveniencia en el contexto universitario.
Según Argemí, este tipo de educación, de forma holística, contribuye no solo al fomento de las virtudes intelectuales de los alumnos, sino que en sí misma, constituye una formación para la vida: “El mundo laboral está pidiendo personas que sepan resolver éticamente las cuestiones del día a día”.
El libro, publicado por la editorial Dykinson, está coordinado por Concepción Naval, catedrática de Filosofía de la Educación y decana de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra; Juan Luis Fuentes, vicedecano de Relaciones Internacionales en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid; y Luz Dayanna, profesora de la Facultad de Educación y Psicología, también de la Universidad de Navarra.
