Al comenzar
el acto, el rector Pere Alavedra agradeció la presencia de la presidenta y dio
paso a Javier Junceda, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas.
Junceda recordó la importancia de estos estudios para formar a personas
dispuestas a implicarse en la gestión pública: “Necesitamos especialistas en la
cosa pública formados con los valores de esta Universidad; que sepan actuar con
honradez, con miras altas, un profundo sentido del deber y afán de servicio”.
Tras la
intervención de los dos representantes de los alumnos –Xavier Rodríguez, por la
Diplomatura en Gestión y Administración Pública, y Ramon Roig, por el Grado en
Ciencia Política y Gestión Pública–, fue el turno de la presidenta Núria de Gispert,
quien agradeció a la Universidad haberle dado el padrinazgo de estas dos
promociones.
De Gispert
habló de la necesidad de que exista, en la gestión pública, un buen
funcionariado: “La función pública –dijo la presidenta– es un factor clave de
competitividad y un aspecto sensible para alcanzar el bienestar económico,
social y político que nuestro país necesita. Si no tenemos una función pública
preparada profesionalmente y vocacionalmente, el país se resentirá”.
Fue en esta
línea que la presidenta del Parlamento habló de su experiencia y de cómo entró
en la política por un deseo de servir: “Quería trabajar tratando de aportar mi
grano de arena a una Administración que se estaba creando en ese momento”. Y
ella, sin vocación política, según explicaba, terminó enamorándose de la
política “gracias a la experiencia con el presidente Pujol, que no cambiaría
por nada”.
La anécdota
del acto fue cuando la presidenta del Parlamento catalán dijo que el carácter
semipresencial del Grado en Ciencia Política y Gestión Pública que ofrece la
UIC le dará la posibilidad de estudiarlo ahora que le está llegando la
jubilación de la política y de la profesión: “Aquí tendré más facilidades para estudiar
toda la práctica vivida en mis años profesionales, desde el punto de vista
teórico”.
Finalmente, Núria de Gispert animó a sus
apadrinados a no bajar “la guardia ante la mediocridad, el conformismo y el
ruido mediático. Os deseo que seáis firmes, con la seguridad de ser ciudadanos
que trabajan para los demás”.
