La periodista española Paloma Gómez Borrero participó, el martes pasado en la UIC, en una tertulia, invitada por el Vicerrectorado de Comunidad Universitaria. Gómez Borrero, quien siguió informativamente a Juan Pablo II durante los viajes que realizó a lo largo de sus 27 años de pontificado, recordó muchas anécdotas del Papa polaco, que será canonizado el próximo 27 de abril. La periodista, actualmente colaboradora en diversos medios de comunicación españoles e internacionales, reconoció ayer que ha sido muy "privilegiada" debido a que acompañó al Papa en los 104 viajes que hizo por todo el mundo, cinco de ellos en España.
Durante gran parte de la tertulia, Gómez Borrero contó de primera mano muchas anécdotas vividas durante estos viajes: Cuba, Montreal, Viena, Jerusalén… “Cuando vino a Barcelona (1982), llovía a mares, y parecía imposible que la gente pudiera aguantar con ese tiempo; pero ahí estaba, y eso, a Juan Pablo II, le impresionó mucho. Y decía que no se iba a ir sin ver a la Virgen. Los organizadores le disuadían, pero él insistió, y estuvo en Montserrat; aún a pesar del muy mal tiempo que hacía”.
Para esta periodista, “los encuentros con los jóvenes han sido siempre inolvidables; también con Benedicto XVI. Y es un hecho que en los 27 años de pontificado de Juan Pablo II la juventud fue muy protagonista”.
Las visitas del Papa en España tuvieron un protagonismo especial en esta tertulia. “Para mí –cuenta Gómez Borrero– el primero y el último fueron los viajes más impresionantes”. Especialmente, se centró en el último viaje, de mayo de 2003, cuando ya “el Papa viajero” –como le han llegado a llamar– estaba muy mal de salud. “Él quería reunirse con los jóvenes, pero le decían que era muy mala época: exámenes, después de Semana Santa…; pero él quería verles, aunque fueran poquitos”. Y los “poquitos” fueron cerca de un millón, los jóvenes que le despidieron –“conscientes de que no habría otra ocasión”– en la base aérea de Cuatro Vientos.
Gómez Borrero también habló de los encuentros que tuvo con la Madre Teresa de Calcuta, de la audiencia a Gorbachov y su mujer, del viaje a Cuba y de la impresión que le causó a Fidel Castro, del viaje que hizo a Tierra Santa… De este, contó el intenso momento que supuso la visita al monumento a los campos de concentración, “aunque –explicaba– creo que fue más duro para Benedicto XVI, porque él pedía perdón en nombre de su mismo pueblo”.
A modo de conclusión, Gómez Borrero comentó que “lo que más destacaría de este Papa es que era un gran experto en humanidad. Siempre sabía lo que tenías; siempre sabía lo que necesitabas. Y estaba muy pendiente de los demás”.
Paloma Gómez Borrero es conocida por su trabajo como corresponsal de TVE y la Cadena COPE en Italia y el Vaticano, y es colaboradora habitual de numerosos programas televisivos como experta en política vaticana.
