El síndic de greuges, Rafael Ribó, presentó el pasado 13 de mayo un informe sobre la compleja problemática que afrontan ayuntamientos de toda Catalunya, con unas 50.000 hectáreas de parcelas que no pueden normalizarse por limitaciones legales y financieras. Ribó presentó el informe acompañado por el Dr. Pere Vall, profesor de la ESARQ;el alcalde de Olot, Josep Maria Corominas; el de Sant Feliu de Llobregat, Jordi San José, y el director de Consum i Territori del Síndic, Francesc Vendrell.
Con la llegada de la crisis, muchas familias se han visto obligadas a trasladarse y utilizar inmuebles que anteriormente tenían como segundas residencias. Esto ha llevado a que zonas que no estaban preparadas para una residencia habitual, se vean ahora con carencias importantes. Así, en el informe presentado por el Síndic, se alertaba de las carencias que sufren entre 1.800 y 2.300 urbanizaciones en las que se detectan diferentes déficits de suministros de luz, agua y gas, así como de transporte colectivo y a nivel de instalaciones sanitarias y educativas. Además de numerosos problemas para las familias a la hora de registrar la propiedad de su vivienda.
Como solución, el informe recoge la necesidad de abordar una estrategia supramunicipal, así como de fomentar la participación activa y comprometida de los propietarios de parcelas pendientes de regularización.
En su comparecencia, Ribó reiteró que la situación de anomalía urbanística atenta contra el derecho a una vivienda digna y reconoció que es un tema caro y complejo, pero de máxima prioridad.
