En la biografía que publica Doria, prologada por el escritor Carlos Ruiz Zafón, destaca las aportaciones de Agustí a la cultura, como la fundación del Premio Nadal, que dio a conocer a Carmen Laforet, y también el descubrimiento de Ana María Matute y la realización del primer contrato a Josep Pla.
Así mismo, en el libro Doria ha tratado de incluir los detalles de la vida personal de Agustí que hacen entender su figura, desvelando, por ejemplo, que antes de la guerra solamente escribía en catalán, que era un catalanista conservador de la Lliga, y que durante el franquismo era de los círculos monárquicos y conspiraba contra el régimen desde Suiza y Madrid.
El autor también da algunos datos para entender a los personajes de su saga, como el recurrente tema del adulterio —que él temía sufrir por parte de su mujer—, así como los fantasmas inculcados por su padre sobre los perjuicios de las revoluciones, y la repetición de un patrón familiar tendente a la decadencia.
Como el mismo Doria desarrolla en la biografía, también la obra de Agustí está llena de “inputs” que están relacionados con su propia vida, como la constante visión de que los errores de la burguesía siempre los acaba pagando la clase media, y que él trató de explicar en sus cinco novelas con el nostálgico título conjunto de La ceniza fue árbol, que significa que “la guerra lo había arrasado todo”. Todo ello, Doria lo aprovecha para titular su biografía Ignacio Agustí, el árbol y la ceniza.
El libro se publica cien años después del nacimiento de Ignacio Agustí y setenta después de la aparición de su novela más popular, Mariona Rebull, que dio lugar a una de las series de mayor éxito de TVE, La saga de los Rius.
La idea de esta biografía nació a raíz de un reportaje periodístico de Doria en 1993 sobre el centenario del atentado anarquista en el Liceu, cuando la madre del periodista exclamó que allí había muerto la protagonista de la saga de los Rius, Mariona Rebull, que en realidad era un personaje de ficción.
Esta anécdota le hizo reflexionar sobre la importancia de la saga en el imaginario colectivo, que no se materializó en biografía hasta que en 2007 la Fundación Castro manifestó su interés por incluir a Ignacio Agustí en sus anales, para lo que solicitó al periodista la reedición de las cinco novelas publicadas por Agustí, en una inmersión en su vida que culminó en su biografía.
Sergi Doria es doctor en Ciencias de la Comunicación, crítico literario del suplemento literario del diario ABC, profesor en la UIC, la Universidad de Barcelona (UB) y la Universidad Ramon Llull (URL), y se ha encargado de la edición crítica de las novela completas de Agustí.
