El pasado mes de diciembre, entre otras iniciativas solidarias, se inició en la cafetería del Campus Barcelona la colaboración con la ONG, que dedica sus esfuerzos y recaudación de donaciones a alimentar a niños de familias sin recursos en la India  y otros países en vías de desarrollo.

La iniciativa cumple una doble función: además de alimentar a personas desvalidas, es un incentivo para que los niños asistan a clase, dado que la aportación se destina a los centros docentes, y para que sus familias, sin recursos, les permitan estudiar en vez de hacerles realizar tareas o trabajos, incluso la mendicidad, para poder procurarse el alimento.

La campaña fue tan sencilla como colocar una hucha en la cafetería del Campus Barcelona y animar a la gente a depositar ahí una pequeña aportación. Con el cambio del café o del menú se puede alimentar a una familia, si se tiene en cuenta que el alimento por persona y día, en la India, tiene un coste de tan solo 20 céntimos de euro.

Así es como, gracias a la recaudación de quienes colaboraron también en esta iniciativa, siete niños de siete familias van a poder estar tranquilos, al menos, por lo que a alimentos a lo largo del curso se refiere.