- Más vistos
- Últimas visualizaciones
Un informe en el que participa UIC Barcelona ahonda en la estrategia para lograr un modelo urbano más sostenible y resiliente para el área metropolitana de Barcelona
El profesor Lorenzo Chelleri ejerce como coordinador científico del documento, impulsado por la Fundación Catalunya Europa en el marco del proyecto Re-City
El pasado 17 de diciembre tuvo lugar la presentación del informe “El cambio climático en el área metropolitana de Barcelona, hacia un modelo urbano más sostenible y resiliente”, elaborado por la Fundación Catalunya Europa dentro del proyecto Re-City. Al acto de presentación le siguió un coloquio moderado por el profesor de UIC Barcelona School of Architecture Lorenzo Chelleri, quien, a su vez, ejerció como coordinador científico del informe. En el coloquio participaron Isabelle Anguelovski, investigadora ICREA y directora del Barcelona Lab for Urban Environmental Justice and Sustainability, y Antonio Turiel, investigador científico del CSIC en el Instituto de Ciencias del Mar. Los tres ahondaron en la necesidad de alinear las respuestas a la crisis de la COVID-19 con los retos de transformación urbana derivados de la emergencia climática en base a los resultados del informe, que analiza hasta cincuenta indicadores que tienen en cuenta los impactos del cambio climático y la adaptación y mitigación en el área metropolitana de Barcelona y los municipios que la integran.
El informe constata, por ejemplo, el aumento de la frecuencia de las olas de calor, que se han convertido ya en un fenómeno anual para algunos municipios desde el año 2015. En lo relativo a la calidad del aire, los niveles de contaminación atmosféricos en toda el área metropolitana de Barcelona están aún por encima de los niveles aceptados por la Organización Mundial de la Salud.
El documento refleja una tendencia positiva relacionada con el consumo de electricidad y producción de residuos. A pesar de que la población del área metropolitana sigue aumentando, estos dos indicadores están disminuyendo, si bien, esa tendencia a la baja comienza a estancarse o incluso a invertirse. Otro aspecto positivo está relacionado con la movilidad urbana. A día de hoy, el área metropolitana tiene como modo de transporte más extendido el transporte activo caminando, usado por casi la mitad de la población. También destaca la evolución positiva en el uso de la bicicleta, que es el medio de transporte que ha tenido un mayor crecimiento relativo en los últimos años. A pesar de todo, aproximadamente un cuarto de la población sigue usando el vehículo privado.
El informe concluye que el área metropolitana de Barcelona está aún lejos de alcanzar los objetivos marcados a escala regional, nacional y europea para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y del consumo energético. En este sentido, el documento dibuja una estrategia basada en datos suficientes y fiables que permitan optimizar las políticas de adaptación y mitigación del cambio climático en estos municipios, redistribuyendo competencias y recursos e identificando en qué partes del territorio es más necesario intervenir.