27/06/2014

FOROS ESARQ 2014: SOLANO BENÍTEZ

El arquitecto Solano Benítez (Paraguay, 1963) impartió el pasado 7 de abril una conferencia dentro del ciclo «Foros ESARQ 2014: Transformaciones» sobre su obra e investigación en las universidades de Asunción y Harvard.

Solano comenzó la conferencia con un “¡Hola Barcelona!” dirigido a los estudiantes de la ESARQ, a Alumni, a invitados y a estudiantes de otras escuelas que, junto con la dedicatoria personal a Pau Gironés, hijo del arquitecto catalán Toni Gironés, invitado a fila cero, hicieron que el resto de la charla trascurriera en un tono cercano y distendido.

El invitado empezó explicando, a través de su obra construida en ladrillo, la filosofía que mueve su obra arquitectónica: la investigación continua sobre el material empleado para utilizarlo como material único tanto estructural como formal, y de la manera más económica posible (utilizando la menor cantidad de material posible).  

Explicó también las investigaciones que realiza en las universidades en las que colabora, donde realiza workshops sobre la reforestación de los bosques en Paraguay –investiga sobre la cantidad de oxígeno necesaria para la comunidad y cómo producirla–. Insistió también en la importancia que tiene la inteligencia como vínculo entre los seres humanos y la capacidad de estos de pensar por encima del conocimiento. En Harvard investiga sobre temas relacionados con la robótica y la capacidad de los hongos para calcificar la arena. 

Continuó mostrando la evolución de sus trabajos en ladrillo, pasando de estructuras bidimensionales a estereoestructuras cerámicas, siguiendo las enseñanzas del ingeniero mexicano Heberto Castillo.

Para terminar de enlazar toda la conferencia, el arquitecto paraguayo mostró el proyecto de la tumba de su padre, un proyecto simbólico y trascendente: un espacio cuadrado configurado por cuatro vigas flotantes que, revestidas por espejos, repiten su entorno infinitamente. Para Solano es un lugar donde se entiende que hay existencias simultáneas. En sus palabras: “Lo que se repite perdura, y lo que perdura es eterno, y porque es eterno es sagrado; por eso, tomar milanesa en casa de mi madre los sábados es sagrado”.

En el turno de preguntas, los invitados a fila cero –Toni Gironés, Ramon Bosch y David Lorente– resaltaron la capacidad de la obra de Solano en transformar su entorno. El conferenciante contestó que eso él lo entiende como compromiso vocacional para ejercer la arquitectura: “el mínimo humano es dos. Soy humano, no tengo capacidad de transformación, por lo que transformo el medio que nos rodea. Si lo hacemos bien nuestra vida progresa. Yo estoy bien si el otro está bien”.