En el marco del Día Internacional de la Mujer, se ha celebrado un nuevo ciclo de conferencias con Casas Singulares. Esta edición se ha centrado en la actriz Sarah Bernhardt, la escritora Dolors Monserdà, la bailarina Loïe Fuller y la pintora modernista Lluïsa Vidal

La Facultad de Humanidades, de la mano de su decana, Judith Urbano, ha celebrado un nuevo ciclo de conferencias conjuntamente con Casas Singulares. La edición actual ha tratado sobre la carrera artística de cuatro mujeres pioneras de finales de siglo XIX: la actriz Sarah Bernhardt, la escritora Dolors Monserdà, la bailarina Loïe Fuller y la pintora modernista Lluïsa Vidal; todas ellas referentes en distintos ámbitos artísticos de la época.

Sarah Bernhardt (1844-1923) fue una actriz de renombre que actuó en más de 140 obras y fundó su propia compañía. Conocida como la “divina Sarah”, trabajó también como escultora, diseñadora de vestuario y decoradora. Entre sus actuaciones, destaca la obra Hernani donde participó como Doña Sol, que la catapultó a la fama. También interpretó papeles masculinos en Hamlet y recorrió el mundo durante dos años, acompañada de hasta 80 baúles con sus pertenencias. A su regreso compró el Théâtre de la Renaissance y lo dirigió durante cinco años.

Dolors Monserdà (1845-1919) fue escritora, dramaturga y poeta, ganadora de dos premios en los Juegos Florales de Barcelona, de los que fue la primera presidenta en 1909. Escribió la novela Montserrat, que se convirtió en la primera novela catalana escrita por una mujer. La escritura de Monserdà tenía una intención moral y una perspectiva femenina. Comprometida con las causas sociales y feministas, promovió iniciativas como el Patronato para las Obreras de la Aguja, que proporcionaba atención médica gratuita, formación y materiales para coser..

Loïe Fuller (1862-1928) fue una bailarina y artista revolucionaria que explotó las posibilidades de la electricidad en el teatro. Comenzó su carrera a los 16 años y regresó a Estados Unidos para desarrollar un espectáculo de danza con grandes despliegues de tela y luz. En 1892 viajó a París y estrenó su “Danza serpentina” en el Folies Bergère. Sus electrizantes actuaciones y coloridos despliegues la convirtieron en una sensación instantánea, y llamó la atención de artistas de la época como Ramon Casas.

Por último, Lluïsa Vidal (1876- 1918) fue una pintora modernista especializada en retratos, bodegones y paisajes. Su obra estuvo muy influida por el Art Nouveau y estudió con Ramon Casas e Isidre Nonell. En sus cuadros solían aparecer figuras femeninas y objetos cotidianos. Fue miembro del influyente colectivo artístico catalán Els Quatre Gats y admirada por pintores como Joaquim Mir y Santiago Rusiñol.