25/06/2024

UIC Barcelona erige el Instituto Cultura y Pensamiento

El nuevo Instituto Cultura y Pensamiento (CIP) es un espacio singular en el que la transformación personal y la reflexión crítica se dan la mano. Inspirado en el concepto de educación liberal y en los valores del humanismo cristiano, el CIP busca proporcionar una formación humanística sólida a todos los estudiantes de la Universidad

Según cuenta Andrea Rodríguez Prat, directora del Instituto, “más allá de la transmisión de conocimientos técnicos el CIP busca capacitar a los alumnos a plantearse las grandes preguntas de la existencia humana, formar ciudadanos cultos con ideales capaces de entender los retos del mundo actual”. Es lo que comenta Miquel Bastons, director adjunto de este instituto: “Su misión radica en ayudar a transformar a la persona (alumnos y profesores) para hacerla crecer”. Esta transformación, que él define con la palabra inglesa, de difícil traducción, flourishing —algo como “florecer” o “prosperar”—, se basa en el desarrollo integral del individuo, tanto en su ámbito intelectual, como en el moral y el existencial. 

De esta forma, el Instituto Cultura y Pensamiento pretende desplegar un abanico de asignaturas de antropología filosófica y de ética, de forma transversal a todos los grados de UIC Barcelona. Además, a partir del próximo curso, los alumnos de diferentes titulaciones coincidirán en el aula para cursar asignaturas como La Mujer en la Historia, Destino y Libertad en la Tragedia Griega, Justicia y Poder en el Cine de Masas, o Religión, Cambio y Modernidad. De la mano de “las grandes mentes, de los grandes libros y de las grandes conversaciones”, como dice Strauss, el CIP quiere contribuir a la formación intelectual de los estudiantes.

El plan de estudios que promueve el CIP está inspirado en la educación liberal, un modelo muy arraigado en universidades anglosajonas, como Harvard o Columbia, desde hace más de un siglo. Se centra en el desarrollo de un core curriculum: un programa común para toda la universidad, que busca rehuir la excesiva especialización del sistema universitario actual, y abrir horizontes hacia una educación integral de la persona.

A través de las asignaturas del CIP se están creando espacios para que los alumnos cultiven un saber integral, reflexionen sobre la condición humana, así como sobre las raíces de la cultura y de los grandes retos sociales, científicos o filosóficos del pasado y del mundo contemporáneo.

Mencionando la famosa exhortación popularizada por Kant, Sapere aude! (‘¡Atrévete a pensar!’), explica Bastons: “Es una expresión que se ha banalizado mucho, pero la idea es animar a reflexionar sobre uno mismo y el entorno que nos rodea, con la ayuda de los grandes sabios de la historia”. Y añade: “Los grandes libros y pensadores pueden ser una ayuda inestimable en este proceso”.

El impacto del CIP no se limita, por tanto, a la implementación de materias transversales, sino que busca impregnar toda la actividad docente con sus valores y principios. Bastons subraya que “de poco serviría poner asignaturas éticas, por ejemplo, si los profesores de Anatomía, Didáctica, Construcción, Contabilidad, etc., no incluyen, también, en su docencia, esta perspectiva sapiencial”. Esto implica animarles a reflexionar sobre los fundamentos de sus disciplinas ya incorporar una visión humanística en su docencia.

En el fondo, es lo que explica Ortega y Gasset, en su libro Misión de la Universidad, en el cual el filósofo cita a Chuang Tse, un pensador del siglo IV a. C.: “¿Cómo podré hablar del mar con la rana si no ha salido de la balsa? ¿Cómo voy a hablar del hielo con el pájaro de verano si está retenido en su estación? ¿Cómo voy a poder hablar con el sabio sobre la vida si es prisionero de su doctrina?”. Ortega y Gasset subraya la importancia de la cultura como herramienta para navegar por la “selva de la vida”, afirmando que solo una comprensión profunda de nuestro tiempo y espacio puede guiarnos con acierto.

Cultura y reflexión crítica: el CIP busca fomentar la recuperación del interés por la verdad y la inquietud intelectual. En palabras de Andrea Rodríguez Prat, “la persona es el concepto central del modelo de educación liberal que propone el CIP y, sintéticamente, se entiende como un yo espiritual, con un interior abierto a los demás ya la trascendencia”.

El Instituto Cultura y Pensamiento se configura como un espacio de reflexión sobre la misión de la Universidad y las implicaciones de su identidad. Emerge como una propuesta educativa innovadora y transformadora. Su apuesta por la formación integral de la persona, su énfasis en la reflexión crítica y su compromiso con los valores del humanismo cristiano le convierten en un referente único en el panorama universitario catalán.